El sabor de tus labios
aún suave sobre los míos
deleita mi espíritu
y sonroja mi calma.
Su danzar exquisito
al vaivén de los míos
libera las ansias
y aumenta las ganas.
Con música propia
encuentran cadencia
y se derriten con dulzura
y plenitud extrema.
La humedad no es ya sedienta
el aliento es ya pureza
y con lujuria se expresa
el amor que hoy nos encuentra.
Por Carolina Gonzalez (Carolina Portilla Garcés)
Marzo de 2001 – Actualizado en Enero de 2016 – USA